Guía para elegir un coworking: criterios clave que no debes pasar por alto

Elegir el espacio de coworking adecuado puede marcar una gran diferencia en tu productividad, bienestar y conexiones profesionales.
Con la variedad de opciones disponibles hoy en día, es fácil sentirse abrumado al tomar esta decisión.
Sin embargo, aplicar algunos criterios clave puede ayudarte a encontrar el lugar perfecto para trabajar con comodidad, enfoque y sin interrupciones.
Ubicación: la piedra angular de tu elección
Uno de los primeros factores a considerar al elegir un coworking es su ubicación geográfica.
Una buena ubicación puede mejorar tu calidad de vida y ayudarte a aprovechar mejor tu jornada laboral.
Considera si el espacio se encuentra en una zona céntrica, de fácil acceso en transporte público o donde exista facilidad de aparcamiento.
También es vital tener en cuenta la cercanía a servicios básicos como restaurantes, tiendas, bancos o gimnasios.
Esto no solo te dará comodidad, sino también mayor practicidad durante la jornada laboral.
Algunos profesionales valoran estar en zonas de perfil tecnológico o creativo porque les permite crear sinergias y estar rodeados de dinamismo.
Ambiente y comunidad: mucho más que un escritorio
Un coworking no es solamente un espacio físico, es también una comunidad de profesionales.
El entorno social puede tener un impacto directo en tu motivación y oportunidades de networking.
Evalúa si el coworking organiza eventos, talleres o formaciones para fomentar las conexiones entre miembros.
También es importante identificar si el ambiente es formal, creativo, relajado o corporativo, según lo que encaje mejor con tu actividad profesional.
Muchos freelancers y emprendedores encuentran enorme valor en trabajar rodeados de perfiles similares o complementarios.
Algunas comunidades apoyan causas más allá del trabajo, como la sostenibilidad o la inclusión, lo cual puede aportar un valor añadido para ti.
Características deseables en una buena comunidad de coworking
- Perfiles profesionales diversos pero complementarios
- Interacción abierta y colaborativa entre los miembros
- Acciones de networking regulares y bien organizadas
- Canales de comunicación internos activos (como Slack o foros miembros)
Comodidades y servicios esenciales
Las instalaciones y herramientas disponibles son una parte crucial de tu decisión.
No todos los coworkings ofrecen las mismas condiciones, por lo tanto, analiza cuidadosamente qué servicios están incluidos y cuáles tienen un coste extra.
Algunos servicios básicos que deberías considerar son:
- Conexión wifi de alta velocidad y estable
- Acceso a salas de reuniones
- Áreas comunes y zonas de descanso
- Cocina equipada o puntos de café y snacks
- Climatización adecuada durante todo el año
- Recepción o personal de atención
También existen detalles pequeños que pueden marcar una gran diferencia como la ergonomía del mobiliario, el nivel de ruido o la política de animales de compañía.
Por ejemplo, algunos coworkings permiten mascotas, lo cual puede ser una ventaja emocional si trabajas largas horas.
Tecnología y equipamiento
Si necesitas realizar videollamadas constantes, asegúrate de contar con cabinas insonorizadas o áreas específicas para ellas.
Revisa si ofrecen impresoras, escáneres, proyectores o monitores auxiliares.
Todo esto puede mejorar tu rendimiento y evitar interrupciones innecesarias.
Planes, precios y flexibilidad
Otro elemento indispensable es el modelo de precios del coworking.
Es fundamental que entiendas perfectamente lo que incluye tu cuota mensual.
Analiza si se trata de un plan fijo, flexible, por horas o por paquetes de días.
Los precios pueden variar significativamente según ubicación, tamaño del escritorio, horario de acceso y servicios incluidos.
Considera también si te interesa alquilar un escritorio “hot desk” o uno asignado (dedicated).
Incluso puedes encontrar espacios que te ofrecen oficinas privadas para equipos o alternativas híbridas entre coworking y despacho cerrado.
Pregúntate qué nivel de compromiso estás dispuesto a asumir: ¿mensual, trimestral o anual?
La flexibilidad en la cancelación también es un punto importante si no quieres atarte a largo plazo.
Un ejemplo real: cómo un mal coworking puede afectar tu productividad
Laura es diseñadora gráfica freelance y decidió trasladarse a un coworking en el centro de la ciudad.
Al principio, el lugar parecía moderno, bien ubicado y con varios servicios incluidos.
Sin embargo, tras apenas dos semanas, empezó a notar síntomas de agotamiento mental.
El ruido constante de videollamadas, la mala ventilación del ambiente y los puestos compartidos mal distribuidos afectaban directamente su concentración.
Además, el wifi se caía al menos dos veces al día.
Esto le generaba estrés y retrasos en la entrega de proyectos.
Al no tener cabinas para llamadas, tenía que caminar fuera del edificio para atender clientes.
El coworking, además, carecía de eventos de integración, lo cual hizo que Laura se sintiera aislada.
Finalmente, canceló su membresía y se unió a otro espacio más pequeño pero bien equipado y gestionado.
Hoy asegura que su productividad ha aumentado un 35% y que ha generado nuevo negocio desde el networking informal en la cocina del coworking.
Este ejemplo ilustra cómo una decisión precipitada puede tener un impacto negativo en tu rendimiento y bienestar.
Elementos menos obvios pero muy relevantes
Más allá de los factores comunes, hay aspectos menos visibles pero igual de importantes a considerar:
- Política de seguridad y control de acceso
- Horarios de apertura: ¿Abren los fines de semana?
- Política de limpieza e higiene en baños y áreas comunes
- Seguros ante robos o daños
- Gestión y atención al cliente: ¿cómo tratan las incidencias?
Preguntas frecuentes al elegir un espacio de coworking
¿Es mejor un coworking grande o uno más pequeño?
Depende de tus preferencias y necesidades profesionales.
Los coworkings grandes suelen tener más servicios, mientras que los pequeños pueden ofrecer un ambiente más cálido y personalizado.
¿Cuánto cuesta alquilar un puesto de coworking?
Los precios varían según la ciudad, los servicios incluidos y el tipo de puesto.
En promedio, un hot desk en España puede costar entre 100 y 250 euros mensuales.
¿Puedo visitar el coworking antes de contratarlo?
Sí, la mayoría de espacios ofrecen visitas guiadas e incluso días de prueba gratuitos.
Es una excelente forma de comprobar si se adapta a tu estilo de trabajo.
¿Qué pasa si necesito escalar mi equipo en el futuro?
Algunos coworkings permiten pasar de un escritorio flexible a oficinas privadas con facilidad.
Asegúrate de preguntar sobre opciones de crecimiento o escalabilidad antes de comprometerte.
¿Es buena idea trabajar desde un coworking si soy autónomo?
Definitivamente sí. Un espacio de coworking puede aportar estructura, disciplina, contactos y menos distracciones.
Además, puede ayudarte a separar tu vida personal de la profesional cuando trabajas desde casa.
Al final, la clave está en encontrar uno que encaje con tu ritmo y objetivos.
En resumen, elegir un espacio de coworking es una decisión estratégica que puede potenciar —o dificultar— tu desempeño.
Una evaluación cuidadosa de factores como ubicación, ambiente, servicios, comunidad y flexibilidad te permitirá actuar con inteligencia y seguridad.
Invertir tiempo en visitar diferentes espacios y preguntar a otros coworkers te dará las claves que no encontrarás en ningún anuncio.
El coworking adecuado no solo es un espacio para trabajar: es una herramienta para crecer.
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