Checklist antes de contratar un coworking: preguntas imprescindibles

Elegir un espacio de coworking puede transformar tu rutina de trabajo, pero solo si seleccionas el lugar adecuado.
Muchas veces, se pasa por alto lo más básico: hacerse las preguntas correctas antes de firmar un contrato.
Esta guía te servirá como una checklist fundamental para que no te lleves sorpresas.
1. ¿Qué tipo de coworking necesitas realmente?
No todos los espacios de coworking son iguales, ni todos se adaptan a todos los perfiles.
Debes preguntarte qué tipo de actividad realizas y qué características necesitas que tenga ese espacio.
Piensa en tu jornada clave
¿Tu trabajo requiere muchas llamadas o reuniones virtuales?
Entonces necesitarás acceso a zonas silenciosas y cabinas acústicas.
¿Atienes a clientes o das talleres?
Es clave que el lugar cuente con salas de reuniones bien equipadas y espacios versátiles.
Tipos de coworking según tu perfil
- Freelancers: buscan tarifas flexibles, acceso 24/7 y zonas comunes agradables.
- Startups: necesitan puestos fijos, salas de reuniones continuas y posiblemente domicilios fiscales.
- Empresas consolidadas: valoran la privacidad, la infraestructura tecnológica y el soporte administrativo.
Antes de decidir, describe cómo trabajas un día normal: eso te dará las pistas sobre qué tipo de espacio necesitas.
2. ¿Cuáles son los servicios incluidos en la tarifa?
Una de las preguntas más importantes, y también una de las más ignoradas.
Es habitual que los coworkings muestren un precio atractivo, pero no siempre está todo incluido.
Presta atención a los detalles
¿Incluye internet de alta velocidad o hay cargos adicionales por un mejor ancho de banda?
¿Las salas de reuniones están disponibles gratuitamente o son de alquiler por horas?
¿Hay opción de lockers, impresiones o servicio de recepción?
- Internet de alta velocidad: asegúrate de que sea fibra simétrica y sin limitaciones.
- Climatización: consulta si está disponible fuera del horario laboral estándar.
- Gestión de accesos: muy útil si compartes espacio con otros o trabajas en turnos rotativos.
- Eventos y formación: muchos coworking ofrecen talleres, encuentros y networking incluidos en la cuota.
3. Ubicación y accesibilidad: mucho más que transporte
La localización de tu coworking puede influir profundamente en tu productividad diaria.
No se trata solo de cercanía al transporte público, sino de la facilidad para integrarlo en tu rutina.
¿Es cómodo para llegar cada día?
No olvides comprobar si hay estaciones de metro o autobuses cerca.
Si vas en bici, ¿el lugar tiene bicicletero o espacio seguro donde dejarla?
¿Hay suficiente aparcamiento cercano si usas coche o moto?
Y si tienes reuniones, el barrio también importa por su imagen profesional y sus servicios complementarios.
Un coworking mal ubicado será barato, pero te saldrá caro en tiempo, comodidad y motivación.
4. Comunidad y networking: el corazón de un buen coworking
No se trata solo de mesas y WiFi: la comunidad es el verdadero diferencial.
Un coworking adecuado multiplica tus oportunidades de crecimiento profesional y personal.
Pregunta por los perfiles de los coworkers
¿Dominan los creativos, perfiles digitales, tecnologías o emprendedores de base?
Interesarás más en algunos espacios que en otros, y el contacto con pares te ayudará a avanzar más rápido.
Participación activa
Un buen espacio organiza eventos, talleres y encuentros pensados para generar sinergias.
Consulta si hay un gestor o community manager que dinamice la comunidad.
La calidad de las relaciones que formes en tu coworking puede marcar la diferencia en tus ingresos y proyectos.
5. Infraestructura tecnológica y conectividad
Cada detalle técnico suma o resta productividad.
Debes asegurarte de que el coworking dispone del nivel tecnológico que tú necesitas.
- Revisa si el WiFi tiene backup o conexión adicional ante fallos.
- Confirma si puedes cambiar de puesto de trabajo sin perder conectividad.
- Pregunta si hay pantallas externas, proyectores o pizarras digitales disponibles.
- No olvides preguntar si hay soporte técnico ante una caída del sistema.
Trabajar con herramientas modernas evita interrupciones y acelera tus procesos.
6. Visita previa: lo que no puedes dejar pasar
Nada mejor que comprobar con tus propios ojos cómo es un coworking antes de firmar.
Si algo no te convence en un recorrido, probablemente no te gustará trabajar allí a diario.
¿Qué observar en una visita?
- Iluminación natural y ventilación.
- Limpieza de todas las áreas, incluidos baños y cocina.
- Ambiente sonoro: si hay mucho ruido, no será ideal para concentración.
- Estado de los muebles: ¿son ergonómicos y en buen estado?
- Comportamiento de los coworkers: ¿hay interacción? ¿respeto?
Ve durante el horario habitual de trabajo para ver cómo se comporta el día a día.
Un caso real que pone todo en perspectiva
Raúl, diseñador gráfico freelance, decidió cambiarse a un coworking en el centro de su ciudad.
El precio era muy competitivo, las fotos de las instalaciones parecían modernas, y además le ofrecían una sala de reuniones muy completa.
Sin embargo, cometió el error de no solicitar una prueba gratuita ni revisar la letra pequeña del contrato.
Al instalarse, empezó a notar que la conexión a internet tenía microcortes constantes.
A esto se sumó el detalle de que debía pagar por cada hora de uso de la sala de reuniones, algo que no estaba bien especificado y que él creía incluido en la tarifa.
A la tercera semana, sus clientes ya se quejaban de no poder hacer videollamadas en condiciones o tener reuniones formales.
Además, la cocina común estaba sucia la mayor parte del tiempo y el ambiente era frío, con poca interacción.
Después de dos meses, Raúl decidió cancelar su membresía.
Perdió dinero, tiempo y algunos clientes por no haber hecho una checklist completa antes de contratar.
Hoy trabaja en otro coworking más costoso, pero donde la conexión vuela, hay ambientes silenciosos y colaborativos, y todo está claramente definido desde el inicio.
Su facturación ha mejorado gracias a la calidad de su nuevo entorno laboral.
7. Términos del contrato y políticas ocultas
Revisar el contrato es fundamental, aunque a veces se omite por la emoción de empezar algo nuevo.
Debes hacerte preguntas clave antes de firmar.
Aspectos a tener en cuenta
- ¿Hay período mínimo de permanencia?
- ¿Cuál es la política de cancelación?
- ¿Se devuelve la fianza en caso de salida anticipada?
- ¿Los servicios adicionales están regulados por separado?
Consultar todo esto por escrito evitará sorpresas desagradables más adelante.
8. Preguntas frecuentes que deberías hacer
- ¿Puedo hacer una prueba gratuita o alquiler por un día antes de decidirme?
- ¿Hay posibilidad de crecimiento si necesito más puestos o una sala privada en el futuro?
- ¿El espacio está abierto los fines de semana?
- ¿Hay descuentos por tiempo largo o membresías corporativas?
- ¿Se hacen encuestas de satisfacción o existe un buzón de sugerencias?
Preguntar sin miedo construye relaciones honestas y evita malentendidos futuros.
Los coworkings de calidad se muestran transparentes desde el primer día.
9. Evalúa el clima laboral y emocional
Parecería un detalle menor, pero sentirte bien en tu entorno puede aumentar enormemente tu productividad.
Si el coworking transmite buena energía, está bien decorado y tiene espacios cómodos, trabajarás mejor.
El bienestar emocional es clave, especialmente si trabajas muchas horas al día.
Algunos coworkings incluso ofrecen servicios como yoga, charlas motivacionales o coaching.
Eso muestra una preocupación genuina por el usuario, que va mucho más allá del escritorio y la silla.
Elegir con cuidado hoy, evita cambiar de lugar mañana.
Haz tu checklist, compara opciones y elige con criterio.
Solo así estarás invirtiendo inteligentemente en tu entorno de trabajo sostenible.
En definitiva, elegir el coworking perfecto no es cuestión de suerte, sino de información y planificación.
Con esta checklist en mano, estarás mejor preparado para detectar oportunidades, evitar riesgos y elegir con claridad.
Un buen coworking es más que un escritorio: es un aliado para tu crecimiento profesional.
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